lunes, 17 de septiembre de 2018

Un viento mayor



Esa mañana un rayo de sol encontró la manera de colarse entre las hojas espesas de los altos árboles del bosque, yo terminaba mi caminata y pude contemplar cómo junto con ese resplandor se elevó un pequeño “mishito” o algodoncillo, muy similar al diente de león o las semillas voladoras que poseen esa textura de finos y espumosos hilos blancos.  Realmente son un espectáculo, dondequiera que ande una de estas semillas, un momento cotidiano, puede volverse un instante de alegría, ilusión y  sentido de rapidez por atraparla.

Semanas más tarde, quise replicar el momento, soplando un diente de león. Todo parecía perfecto, tenía el mejor fotógrafo, un hermoso viñedo como paisaje natural y un campo en el que abundaban los dientes de león.  Por un instante me sentí el lobo en la historia de los tres cochinitos,  “sople y sople” y entendí que no se desprenden tan fácilmente.    

Esto me hizo pensar en todas esas veces que trato de elevar o mover las circunstancias en mis propias fuerzas.  En ocasiones lucho por generar asombro en la vida de otros, por traer alegría, soluciones; genuinamente lo intento pero el momento mágico no se produce al hacer caras chistosas intentando soplar fuerte. 

En nuestras fuerzas nos fatigamos y cansamos, pero en Dios tenemos todas esas maravillosas promesas escritas en su palabra en las que podemos esperar ser elevados por un VIENTO MAYOR. 


viernes, 27 de julio de 2018

Cosas favoritas


Una de las frases que escuché más a menudo mientras crecía fue la de mi mamá diciendo “Piensa en cosas bonitas”.  La usaba para todo: pleitos entre hermanos, mal día en el colegio, notas injustas, regaños del entrenador de basket ball, una tarde gris.  La decía tanto que me parecía que no tenía ganas de pensar en otro consejo. 

Bueno y eso no es todo, encima le encantaba poner el LP (disco de vinilo) de The Sound of Music o la novicia rebelde y una y otra vez sonaba en mi casa la canción de “Favorite things” 

La canción habla de que en ocasiones 

Cuando el perro muerde, cuando la abeja pica,
Cuando me siento triste,
Simplemente recuerdo mis cosas favoritas
Y luego no me siento tan mal.

Y en lugar de eso podemos concentrarnos en:

gotas de lluvia sobre las rosas, los bigotes de los gatitos, los ponis, el estrudel de manzana, los copos de nieve. 

Fue hasta muchos años después que entendí que el mismo Dios es tan creativo y nos invita a pensar en todo lo bueno, en todo lo amable, en todo lo de buen nombre. 

Medicamente está comprobado que la amistad y compartir cosas agradables genera hormonas de la felicidad y que el estrés nos enferma. 

Pero al final de cuentas todo empieza en la mente.  Creo que los matrimonios debieran tener su lista de cosas favoritas uno del otro y las cosas que les gustan a los dos:

Con Juanfer hemos ido descubriendo ciertas cosas que nos agradan como: 

Tomar fotos
Los sombreros 
La historia de los restaurantes 
El clima húmedo de Cobán 
Contemplar las tormentas eléctricas
Atardecer en La Antigua

Recuerdo un viaje en el que por fin estábamos el uno al lado del otro sentados en las cómodas sillas de piscina durante nuestras vacaciones, viendo al cielo; en ese momento de nuestra vida teníamos muchas cosas que decidir con respecto a nuestras hijas y  la empresa. Ese tipo de decisiones que te drena la energía y la paciencia.  En ese momento se me ocurrió decirle a Juanfer que me dijera qué forma le miraba a las nubes que estaban arriba de nosotros.  Nos divertimos tanto que al dejar de estar preocupados, seguro solucionamos todo de manera más creativa.




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